Uno de tantos días la madre recibió en su celular una llamada urgente
del trabajo la cual tuvo que atender, le exigían su presencia de
inmediato, por lo cual se vio en la necesidad de dejar que las gemelas
continuaran el camino solas.
Con
mucho pesar despidió a las niñas, dando indicaciones para no se
soltarse de la mano y tener mucho cuidado al cruzar. Las dos pequeñas
siguieron las instrucciones de su madre, miraron a ambos lados de la
carretera, y al ver que estaba libre cruzaron.
Apenas
se giraba la madre para cambiar de rumbo, cuando se escuchó un golpe
muy fuerte a sus espaldas, volteó de inmediato para ver con terror que
sus hijas estaban debajo de un camión, fueron atropelladas perdiendo la vida en al instante.
El pesar duró mucho tiempo, pero transcurridos cuatros años, la madre dio a luz de nuevo gemelas,
estas era muy parecidas a sus fallecidas hermanas, lo cual le hacía
tener presente aquel fatal accidente. Esta vez tenía una terrible
obsesión por su cuidado y no les permitía estar cerca de ningún peligro,
en especial aquella temida carretera.